Renovar la fachada exterior de tu casa es una de las formas más efectivas de darle un nuevo aire a tu hogar . A lo largo de los años, la pared exterior puede sufrir daños debido a la lluvia , el sol y la humedad , lo que puede hacer que el color y la superficie de la fachada se deterioren. Por ello, es importante mantenerla en buen estado, no solo por razones estéticas, sino también para proteger la estructura de la casa.
Si estás pensando en pintar tu fachada exterior, aquí te mostramos cómo hacerlo paso a paso para lograr un acabado perfecto y duradero.
Realizar una buena preparación de la superficie de la pared exterior de la casa, es crucial para garantizar que la pinturas se adhiera bien y tenga una larga duración.
Seleccionar las pinturas ideales así como unos buenos materiales para fachadas es fundamental para obtener una buena resistencia a las condiciones externas. Los tipos más comunes de pintura para exteriores son:
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Para evitar manchas, utiliza los materiales de correctos, de forma correcta, para asegurarte de que el trabajo sea limpio:
Realiza una aplicación con rodillo o brocha adecuada para la pared y obtén un buen resultado.
Aplicaciones capas finitas y uniformes
Pintar en las mejores condiciones climáticas
Realizar un buen mantenimiento ayudará a prolongar la durabilidad de la pintura de la fachada exterior de tu casa. Recomendamos :
Recomendamos una serie de procesos a efectuar antes de llevar a cabo el pintado de forma óptima.
La pintura de resina de silicona es ideal para zonas húmedas, ya que es repelente al agua y permite que la fachada respire, evitando la aparición de moho en las paredes de la casa.
Depende del tipo de pintura y del clima, pero en promedio, puedes repintar cada 5 a 10 años para mantener la fachada en buen estado.
Sí, recomendamos aplicar una impresión, especialmente si la superficie es muy porosa o tiene un color oscuro. La impresión mejora la adherencia de la pintura y ayuda a que el color sea uniforme.
No es recomendable pintar en días de lluvia o con mucha humedad, ya que la pintura puede tardar más en secarse y el acabado final podría verse afectado.
Lo ideal es pintar durante la mañana o la tarde, de forma que cuando el sol no esté en su punto más fuerte, puedes evitar que la pintura se seque demasiado rápido.